lunes, 29 de marzo de 2021

CONSIDERACIONES SOBRE LA SEMANA SANTA (Divertimento Pascual) III

ORÍGENES: EL PÉSAJ O PASCUA JUDÍA


Originariamente, la Pascua es la fiesta semítica del retorno primaveral de la vegetación, fiesta común a todas las civilizaciones primitivas y asociadas con la presentación de la primera gavilla de cereales a los dioses de la naturaleza. Su origen se pierde en el tiempo, en una antigua institución religiosa anterior a los tiempos de Moisés y asociada a un pueblo de pastores nómadas a la que se unió otra de carácter agrícola, la de los ácimos, en la que estaba prohibido el consumo y posesión de pan o de cualquier otro producto con levadura. La sal esa sustituida por hierbas amargas que crecen en el desierto, y se debía consumir todo el cordero que se sacrificaba, actitud propia de pueblos nómadas dispuestos a continuar su camino el día siguiente.

La Pascua es por tanto la evolución de una antigua fiesta de primavera de los pastores trashumantes, pero se piensa que después que los hebreos se convirtieron en sedentarios, abandonaron su celebración como lo atestigua la ausencia de referencias sobre la Pascua en los libros sagrados anteriores al exilio.

Se supone generalmente que su nombre viene de pasah, “pasar” en el sentido de dispensar (Éx 12, 23)[1], aludiendo a que el Señor pasó por Egipto sacrificando a los primogénitos egipcios y “respetando” las casas de los israelitas que estaban marcadas con la sangre del cordero que había sido sacrificado por instrucciones de Moisés. También ese término “paso” alude al paso del pueblo de la esclavitud de Egipto a la libertad del camino hacia la tierra prometida, y al paso del pueblo por el Mar Rojo, que Dios había abierto para que escaparan de los egipcios que los perseguían y que Dios cierra para ahogar ahí a los soldados y al faraón.

Los hijos de Israel salen de la servidumbre para entrar en la libertad, y la profusión de leyes que rigen la celebración de la Pascua tiene por objeto rememorar este hecho. La Pascua que vivió aquel pueblo anuncia la Pascua definitiva que vivirá Jesús para liberar al hombre de la esclavitud del pecado.

Paso del Mar Rojo. Los Diez Mandamientos.

Pero para hablar de los orígenes de la celebración de la Pascua Cristiana necesariamente tenemos que rememorar la fiesta judía del Pésaj, ya que no podemos olvidar que los primeros cristianos eran judíos, y, según se narran en los Evangelios, Jesús llegó a Jerusalén a celebrar con sus discípulos la pascua judía.

El Pésaj es una festividad ancestral del pueblo judío que conmemora su salida de Egipto, relatada en el libro bíblico del Éxodo 12,14-20, y es el hito que marca el nacimiento del pueblo de Israel como tal. El Libro del Éxodo narra las penurias que el pueblo de Israel pasaba como esclavo en Egipto y cómo Dios llama a Moisés para que lo libere, prometiéndole una tierra próspera y fértil que Él les daría en propiedad si los israelitas decidieran dejar la seguridad y la esclavitud de Egipto. Después de muchos problemas, los hebreos emprenden el camino por el desierto hacia la "tierra prometida". Por lo tanto, el motivo central de la festividad del Pesaj es la libertad (jerut).

Al Pésaj se le conoce también como la Pascua Judía, cuyas raíces están en la historia de la Torá. Está marcada por dos acontecimientos de la tradición de los primeros israelitas: la inmolación de los corderos en primavera, que corresponde a la época nómada del pueblo de Israel, y la fiesta de los panes ácimos, conocida también como la fiesta de los Panes sin Levadura.  A estos se fueron añadiendo otros elementos esenciales en la vida del pueblo de Israel, como la liberación de Egipto y la Alianza en el Sinaí, y la Pascua se convierte así, ante todo, en una experiencia de liberación y alianza.

Por tiempos de Ezequías (s. VII a.C.) se produjo una transformación religiosa que tiene su expresión en el código legal del Deuteronomio que replantea la Pascua nómada con la antigua fiesta agrícola de los ázimos. Las novedades del código deuteronómico se centran en la posibilidad de sacrificar ovejas y ganado vacuno (quizás resultado de un cambio en la producción ganadera). Dicho código exigía que la Pascua fuese celebrada en un lugar determinado, permitiendo que pueda cocerse y trocearse, como lo podía exigir la víctima del sacrificio si fuera un buey. Las normas de la celebración de la Pascua expuestas en el Éxodo se referían sólo a los hombres varones, pero en el Deuteronomio se convoca a todo el pueblo sin distinción. Dichas reglas deuteronómicas tampoco expresaban con recisión en qué día debía celebrarse la fiesta.

La celebración de la Pascua Judía o Pésaj dura siete días y su punto culminante es la Cena Pascual (Séder) donde se recordaba y se celebraba el paso de Dios, compartiendo los panes ácimos, el cordero inmolado, el vino de la alianza y las hierbas amargas de la esclavitud pasada. Realmente, la Última Cena de Jesús con sus apóstoles no es otra cosa que la celebración del Séder o Cena Pascual durante el Pésaj judío. El propio Jesús, de origen judío, llegó a Jerusalén para unirse a la celebración de los israelitas e igualmente se preparó para el ritual de la última cena o Séder[2].

Jesús, celebrando esta “Cena pascual” con sus discípulos, da origen a la “Pascua cristiana”

            La Pascua, tal cómo era celebrada en tiempos de Jesús se iniciaba con el sacrificio del cordero pascual en el Templo, al que le seguía el banquete casero. La destrucción del Templo de Jerusalén por Tito Flavius en el año 70 a. C. imposibilitó que en lo sucesivo se siguiera sacrificando la víctima, por lo que se continuó celebrando el banquete pero sin cordero pascual, o al menos sin su sacrificio ritual.

            La celebración de la Pascua en tiempos de Jesús se iniciaba en la noche que va del 13 al 14 de Nisán, o primer mes de la primavera. El padre de familia buscaba con la ayuda de una vela restos de pan u otros alimentos que hubieran fermentado con levadura. El cordero era sacrificado en la tarde del 14 de Nisán. Cada israelita llevaba el cordero que él mismo sacrificaba, mientras que el sacerdote recogía la sangre de la víctima y la vertía sobre el altar. Después el sacerdote quemaba los trozos grasientos del cordero. Terminado este ritual, cada israelita se llevaba el cordero a su casa, donde lo asaba en una rama de granado.

            En las Pascuas celebradas en tiempos de Cristo ya no era preceptivo llevar la indumentaria de los caminantes, sino que el banquete se había transformado, adquiriendo las características greco-romanas, con los comensales sentados, como manifestación de una fiesta de liberación donde todos los miembros debían comportarse como personas libres.

La fiesta de la Pascua se inicia, aproximadamente, el 14 del mes de Nisán, coincidiendo con el inicio de la Semana Santa cristiana, en torno al equinoccio de primavera. Abarca siete días, y durante la misma queda prohibida la ingestión de alimentos fermentados y derivados de la harina, llamados en hebreo jametz (la raíz de la palabra indica “fermentación”). En su lugar, durante la festividad se acostumbra a comer matzá, o pan ácimo[3]. Según la tradición, el pueblo judío salió de Egipto con mucha prisa y sin tiempo de prepararse, por lo que no hubo tiempo para dejar fermentar la masa con la levadura y cocer el pan para el camino, y de esta creencia deriva la prohibición de ingerir jametz. En estos días se come pan ácimo, sin levadura, como señal de humildad; también se toma una copa de vino, bebida que alegra el corazón.

La salida de Egipto se rememora todos los años en las dos primeras noches de Pascua, durante la cual se cena en familia y se lee el Agadá, relato en hebreo del Éxodo según los textos rabínicos.

En las fechas previas a la Pascua, hay que hacer en las casas y propiedades judías una meticulosa limpieza para eliminar de utensilios y vestidos cualquier resto de alimento que contenga levadura, ya que según cuenta la Biblia, los judíos salieron de Egipto tan deprisa que no hubo tiempo para que la masa leudara, fermentara con la levadura. Un preciso ritual indica la manera de proceder con esos alimentos y con los recipientes que los han contenido, siendo costumbre tener una vajilla especial para usarla sólo en Pascua.

Plato ritual del Séder durante el Pesaj

El séder tiene como objeto primordial revivir y hacer comprender a los niños el hecho milagroso de que fueron protagonistas los antepasados judíos. Por eso el momento culminante es cuando, casi al comienzo de la Agadá, el más pequeño de la casa (o en su defecto la mujer) hace la pregunta: "¿Por qué esta noche es diferente de todas las otras noches?".

Para la cena se prepara un plato en el que se ponen varios alimentos que deben consumirse en el séder y que simbolizan las penalidades y sufrimientos de los judíos en Egipto, así como la intervención milagrosa de Dios a favor de su pueblo; a saber:

·         Tres panes ácimos (masot) puestos uno encima del otro, que son el símbolo de los tres sectores del pueblo judío: sacerdotes, levitas y el resto del pueblo.
·         Verduras amargas (maror), como lechuga, endivia, rábanos picantes, berros, etc., que son el símbolo de la amargura de la esclavitud.
·         Una pasta (jaróset) hecha con frutos secos, canela, miel, manzana y vino: recuerda el mortero con que se hicieron las construcciones para el faraón de Egipto.
·         Un trozo de brazo (zeroa) de cordero, que representa el brazo tendido de Dios que liberó a los hijos de Israel de la esclavitud.
·         Apio (karpás), la primera hierba amarga, que se moja en un recipiente con vinagre o agua salada.
·         Un huevo (besá) cocido, comida propia de luto, que simboliza la fugacidad de lo terreno y alude al dolor por la destrucción del templo de Jerusalén.
·         Un recipiente con agua salada o vinagre para mojar el karpás, que recuerda las aguas del mar Rojo que hubieron de atravesar los israelitas en su huida.

Plato ritual del Séder con los alimentos a consumir durante la cena.

Durante la celebración, cada uno de los comensales debe tener un Agadá, libro con el relato del Éxodo que contiene elementos narrativos y folclóricos, y se lee durante la cena; es en realidad un manual para el séder que contiene el texto hebreo y frecuentemente se traduce a otras lenguas.

A lo largo de la cena se bendicen y se consumen cuatro copas de vino, cuyo significado explican la Biblia y el Talmud. Una de ellas se refiere a la promesa de redención divina a Israel expresada en cuatro verbos en primera persona (Ex 6, 6-7): "os sacaré, os libraré, os redimiré, os tomaré". En la Torá se prevé una quinta copa para el profeta Elías, presente en todas las celebraciones judías, y que se consumirá si alguien ajeno a la familia se uniese a la celebración, símbolo de la hospitalidad que debe reinar en todo hogar judío, en especial en esta celebración.

Celebración del Séder o cena pascual durante el Pésaj (Pascua judía)

 



[1] “Porque el Señor pasará para castigar a Egipto; pero al ver la sangre en el dintel y en los dos postes, pasará de largo por aquella puerta, y no permitirá que el Exterminador entre en sus casas para castigarlos”. (Ex 12, 23).
[2] El origen del Séder podría provenir de los simposios (banquetes) griegos, donde alrededor de una mesa de comida, y recostados en almohadones, se debatía toda la noche sobre algún tema determinado. Estos elementos se preservan en el ritual del Séder.
[3] La hostia católica tiene su origen en la matzá.

No hay comentarios:

Publicar un comentario