sábado, 10 de julio de 2010

POR QUÉ SERÁ

Tomando el cafetillo matutino, no he podido evitar oír la conversación entre un cliente y el dueño del bar. El cliente le animaba a que mañana, para el partido de España-Holanda, abriera el bar y así poder disfrutar el partido con los amigos. El dueño del negocio le ha dicho que él tiene derecho a descansar un día a la semana por mucho partido que haya; es más, le animaba al cliente a que en su cocinón pusiera una pantalla grande e invitara a sus amigos a ver el partido.

Lejos de criticar los horarios de apertura y cierre de los negocios, en el que cada uno es libre de ampliarlos o reducirlos según le convenga, la conversación me ha causado inquietud debido a la demanda del cliente.

Lo que el cliente le estaba demandando al barista era que quería un lugar para dar rienda suelta a sus insultos, a sus voces, a sus saltos, a sus desmanes, a todo aquello que no hace en casa porque, simplemente, no es capaz de hacerlo. Quería un lugar en el que todo eso se quedara impune y, después, independientemente del resultado del partido, salir a la calle, bien a pié o en coche (no sé que es peor) y realizar todo acto delictivo que le venga en gana con la satisfacción y el convencimiento de que quedaran impunes. Pensará que la selección española bien los merece, y las autoridades públicas están “obligadas” a hacer la vista gorda ante tales hechos.

Cortarán el tráfico cuando y donde les venga en gana. Se subirán a sitios que jamás se subirían en condiciones normales. Arrasarán con todo aquello que les moleste en su camino hacia el “desfile nacional”. Impedirán el descanso a ciudadanos que están durmiendo. Se enfrentarán e insultarán a todo aquel que les reproche su comportamiento: los tratarán de antiespañoles, de ningunear el sentimiento nacional. Y, por qué no, saldarán viejas deudas contra sus enemigos en sus efectos personales, ya que en un enfrentamiento de tú a tú no tienen el suficiente valor para hacerlo.

Mientras pagaba y salía del bar no dejaba de preguntarme por qué si yo, eso mismo, lo hago hoy, soy sancionado, reprendido y señalado de por vida, pero si lo hago mañana por la noche soy ensalzado por todos. ¿Será porque lo hecho sólo, sin compañía de nadie? ¿Será porque no tengo nada que celebrar hoy? ¿Será porque los demás no me dan permiso ni autorización? ¿Por qué será?

Por qué será.

PATÁSENLASQUIJÁS (VI)

… a Justo Zambrana, subsecretario de interior. Este correlindes, que algo tuvo que ver con Castilla La Mancha, ha declarado que “España saldrá adelante si se corrigen los virus del ladrillo”.

Ahora va a resultar que cuando en España se construían casas como si fueran rosquillas, estaba en la Champions Liig; ahora que estamos en crisis resulta que el ladrillo era un virus.

Efectivamente señor Zambrana, el ladrillo era un virus que la mayoría de los españoles cogimos debido a la especulación y corrupción de la mayoría de los políticos españoles. No tiene usted nada más que leer los periódicos de cualquier día de cualquier mes de cualquier año desde el dos mil para acá en el que no aparezca un caos de corrupción política relacionada con el urbanismo, con el ladrillo, con la especulación, con el cohecho, …, en definitiva, con el forramiento de políticos a costa del ladrillo y el empobrecimiento de familias.

Una preguntita señor Zambrana: ¿no tendrá usted el medicamento para curarnos el virus a los españoles?. Ya sé que usted no tiene el medicamento, pero si preguntara a la inmensa mayoría de los españoles seguro que le decían como hacerlo: primero se devuelve todo lo robado y se echa en una caja común; después se reparte entre los contagiados en dosis proporcional al virus contraído, y, finalmente, se ingresa en instituciones penitenciarias a los expansores de dicho virus por si les da gana de una nueva propagación de la epidemia y se les pone en cuarentenas indefinidas para que no vuelvan a contagiar a la población.

Mientras tanto, usted bastante tendrá con pagar la factura del odontólogo (si es que no está contagiado del virus), después de haber recibido una buena PatásenlasquijáS.

sábado, 3 de julio de 2010

EXPERIENCIAS PROPIAS

Cada vez que veo un entierro pienso en lo mismo: los que verdaderamente sienten el fallecimiento de esa persona son los familiares más cercanos, los que convivieron con ella durante tiempo. Los demás acompañantes son, eso, acompañantes, pero sin sentir la pérdida de esa persona. Cuando asistes a un entierro por cortesía, sin tener mucha vinculación con la familia del difunto, dices a los allegados que le “acompañas en el sentimiento”, pero no es verdad de ninguna de las maneras. Y no es verdad porque realmente nada tienes que ver con la persona fallecida y nada sentías hacia ella. Pero cuando el difunto es tuyo, de tu familia, de tu entorno, de tu convivencia, entonces sí que lo sientes, y, cuando ves a los demás decir lo mismo que tú les decías a ellos, piensas que tampoco ellos lo sienten, que te dicen lo mismo por pura rutina de buenos modales. Has tenido que perder a esa persona para darte cuenta de cómo estaban los demás cuando eras tú el formal; has experimentado en tí el mismo sentimiento que ellos tenían y ahora sabes cómo estaban ellos realmente.

El ser humano no es capaz de apreciar el mal que padece otro ser humano mientras no lo experimente en sí mismo. Ni siquiera puede acerarse un poco. Es necesario que lo experimente por el mismo. No hay otra forma.

La huelga salvaje de los empleados del metro de Madrid terminaría en el mismo momento en que los usuarios afectados les hicieran ver a los huelguistas el trastorno y el mal que les están causando. Pero como eso es imposible por la pura condición de ser humano, cuando dicha huelga termine, los usuarios afectados les tendrían que hacer pasar a estos salvajes por las mismas situaciones que han vivido ellos diariamente mientras ha durado la huelga. Que experimenten las mismas situaciones, los mismos agravios, los mismos males que les han hecho pasar. Sólo así podrán apreciar verdaderamente lo que han hecho, lo que les han hecho a los demás, para que la próxima vez lo tengan en cuenta a la hora de convocar otra huelga de este tipo.
Esto mismo se aplicaría, pero de una forma aumentada, en el caso de los sindicalistas liberados que, además de experimentar las situaciones de los usuarios, deberían experimentar el trabajo de los que ellos llaman sus “compañeros”, que experimenten lo que es el trabajar a diario. Están liberados de trabajar mientras cobran, provocan el mal a sus semejantes y encienden los ánimos y los instintos más bajos de “compañeros” y seres humanos. Mientras no lo experimenten, nunca sabrán el mal que están causando y causarán, que es peor.

De los piquetes “informativos” mejor dejarlo para otra vez, cuando los ánimos de los españoles estén más calmados. Tan sólo indicar que soy de la opinión de que no los “inventó” un persojanillo con bigote recortao porque le parecía demasiado duro. En su sustitución creó los kommanders, verdadera semilla de estos grupos sindicales.

PATÁSENLASQUIJÁS (V)

… a las mujeres que se “disfrazan” cuando van a una boda. Organizan un verdadero y espontáneo desfile de carnaval. ¡Qué trajes! ¡Qué cara pintá y con qué brochazos! ¡Qué gorros y floripondios en la cabeza! ¡Qué zapatos y con qué andares! ¡Qué estómagos encojíos para embutirse en dos tallas menos!

Nunca he entendido eso. No sé las razones por la que lo hacen. Por aventurar algunas puedo pensar que lo hacen para que sus maridos, novios o parejas no las conozcan y no puedan avergonzarse de ellas cuando comiencen a bailar sevillanas y Paquito Chocolatero vasocubata en mano; para que tampoco las conozcan las personas que vean luego el reportaje de boda y no sepan quién son esas mujeres que están junto a la novia; para que los invitados pregunten que quién es ésa cuando pase a su lado y comience entre ellos una conversación titulada “Adivina quién viene a cenar esta noche”.

¿No sería más fácil vestir elegantemente, sin perder la personalidad, sin perder la vergüenza, ganando salud en pies, cara y estómagos, y mostrándose a los demás tal y cual son? Creo que sus respectivos se lo agradecerían y, de paso, les evitarían buscarlas a modo de Lobatón entre los invitados antes de irse a casa debido a que los efluvios etílicos les impiden reconocerlas en la primera pasada.

Señoras y señoritas: ser vosotras y no máscaras fuera de temporada, que os pasa como a la fruta de invernadero: que aparte de estar en el mercado durante todo el año, tiene mu güena pinta por fuera pero al rato se queda chuchurría y pastosa.

Vaya para vosotras una buena PatásenlasquijáS.

viernes, 2 de julio de 2010

LA NO SUBIDA DE LA LUZ CUESTA AL SISTEMA 400 EUROS AL SEGUNDO

http://desenchufados.net/

Hemos hablado muchas veces sobre el déficit de tarifa, la diferencia entre lo que pagan los usuarios en sus recibos y lo que cuesta realmente el sistema.

Los dos partidos prioritarios, el PP y PSOE han dicho que van a alcanzar un gran pacto de Estado en energía para recomponer el sector. Este pacto suena muy bien, pero el problema es que el tiempo que tarden en conseguir este pacto es tiempo y dinero perdido. Pero claro, es políticamente incorrecto decirlo.

Mientras no se retoquen los ingresos (subiendo el recibo) y se laminen costes del sistema (reduciendo partidas como las subvenciones a las renovables u otros privilegios eléctricos), el déficit continuará subiendo.
Para este año, estaban previstos 3.000 millones de euros de desfase. Eso, considerando que subiera la luz un 4% en julio y que se recortaran primas a las renovables, desde los 6.215 millones del pasado año, hasta los 5.888 millones.

Como de momento no es así, los 3.000 millones se van a quedar cortos. Fuentes cercanas a la Comisión de la Energía (CNE), el órgano regulador, calculan que, si no se hace nada, el déficit se disparará hasta los 6.000 millones. Esta es una cifra moderada, y no considera costes extra (que haya más renovables o que se den las subvenciones previstas para el carbón). Otros cálculos apuntan a 8.000 millones. Esos volúmenes suponen entre 400 y 500 euros por segundo de aquí a finales de año. Es una factura que, además de ilegal (la ley prohíbe superar los 3.000 millones de déficit en 2010), terminará afectando a los usuarios, aunque los políticos les contenten ahora congelando la luz. En eso consiste la gran ficción eléctrica española. Lo que no se paga ahora, tendrá que pagarse luego. Y, lo que es peor, con intereses bancarios, como una hipoteca.