sábado, 5 de diciembre de 2009

INMACULADA CONCEPCIÓN V

La luna a los pies de la Inmaculada

Dentro de la iconografía de la Inmaculada Concepción y de la mayoría de la iconografía mariana, la representación de la luna en sus pies ha sido y es objeto de diversas controversias entre autores que no logran ponerse de acuerdo acerca de su significado.

La complejidad del tema, los múltiples significados simbólicos de la luna en la religión católica, la diversidad de estudios, autores y escuelas creadas alrededor de este astro hace que aquí sólo se haga una brevísima introducción del tema, intentando dar pequeñas pinceladas sobre las diferentes escuelas con sus significados, dejando que sea la propia persona la que se posiciones a favor o en contra de alguna o algunas ellas.

El satélite de la tierra es símbolo femenino, mortuorio y cíclico. Ya aparecía en las imágenes de las diosas paganas Diana y Selene, siendo un principio femenino de carácter pasivo, opuesto y complementario al Sol, principio masculino; un eslabón entre el cielo y la tierra que regía los mares, los ciclos, los ritmos biológicos y la fertilidad femenina. (La cultura popular y alguna parte de la comunidad científica afirma que los ciclos reproductivos de la mujer están influidos por la Luna, lo que les llevan a asimilar a ésta con la fecundidad y con la mujer misma. Ciertamente, los ciclos menstruales se producen cada 28 días -ciclo lunar completo- y es “sabido” que las noches de luna llena son en las que más partos se registran).

Milenios antes de la aparición del cristianismo y del nacimiento de Jesús ya existían divinidades femeninas que eran la Madre Suprema e incluso eran la Esposa y Madre del dios supremo. El caso más coincidente es el de Isis. La diosa Madre por excelencia, se representa con unos cuernos y en el centro de ellos el disco solar. Esta diosa Isis aparece en múltiples civilizaciones, siempre con los atributos de cuernos. Esta Madre Suprema, esta Diosa Madre será Io en la cultura griega, la Astarté fenicia, la Tanit púnica...

Horus, su hijo, nacido de Osiris, es el dios del Sol, y lleva un círculo solar sobre su cabeza de halcón. Este disco o círculo solar se sincretizó con la llegada del cristianismo y de ahí se pasó a la representación de las aureolas circulares doradas sobre la cabeza de Cristo que después se extenderán a la iconografía de todos los santos.

Los griegos, los incas, los celtas, entre otros, afirmaban que no hay diosa tierra sin dios sol. En realidad, la luna o media luna es un atributo precristiano entendido como principio femenino y aplicado a deidades íberas, romanas, etc.

Mucho antes que la iconografía de la Inmaculada Concepción tomara forma durante los siglos XVI y XVII, en la iconografía mariana ya aparecía la representación de la luna, en su fase de cuarto creciente, bajo sus pies. Nunca se representa llena, como en la Crucifixión, sino recortada en forma de creciente.

Las vírgenes negras, aparecidas durante el siglo XII, ya se representaban con la luna a sus pies y la bola del mundo en la mano del niño sentado en el regazo o en la pierna izquierda de su madre. Estas representaciones remiten generalmente a una dualidad expresada en términos astrológicos: la bola del mundo es, en realidad, el disco solar, el astro rey que proporciona luz y calor a todos los seres vivos; la luna, en su fase de cuarto menguante, se encuentra a los pies de la virgen con los extremos mirando hacia el suelo como elemento terrenal, relacionado con las energías téctónicas. En ese sentido, la antigua Diosa Madre, representada por la virgen, se convierte en puente de unión entre los niveles celestiales, representados por el disco solar, y los terrenales, identificados por la luna. (Jesús Ávila Granados. El temple y las vírgenes negras. Codex Templi, pag. 676).

Una de las controversias surgidas una vez aceptada la iconografía mariana con la luna a sus pies, es si la luna debe ser representada con los “cuernos” hacia arriba o hacia abajo. Volveremos sobre el tema más adelante.

En este siglo XII y sucesivos, antes de atribuir la representación de la luna al Apocalipsis y al Cantar de los Cantares (las vírgenes negras sí que fueron atribuidas a este poema), la forma de representar la luna con los “cuernos” hacia arriba hacía alusión al toro o al buey. La mayoría de las vírgenes son encontradas o desenterradas de la tierra por toros o bueyes trabajando. En el lugar donde son encontradas es donde se construyen sus santuarios que con el tiempo se convierten en fuente fecunda para todos los habitantes del lugar. El toro o buey son, simbólicamente, animales viriles y solares por excelencia.

Otros autores relacionan al toro con San Lucas. Según la tradición, las vírgenes negras fueron tallas por el apóstol San Lucas y el toro es su símbolo cuando se le representa en el tetramorfos. Además, el evangelio de San Lucas se centra más en la pasión de Jesús, en que es Hijo del Hombre, que sacrificó su vida para salvar la Humanidad. De ahí su relación.

La relación del toro con la madre de Dios llega hasta la construcción de pequeños tentaderos adosados a sus santuarios, práctica frecuente en el área dominada por la cultura de los verracos. Durante las fiestas marianas, en ellos se daba y aún se da, muerte a la res, cuyos restos se reparten entre los asistentes a la romería. Un ejemplo cercano de estas construcciones lo tenemos en el santuario de la Virgen de las Nieves, Almagro.

Durante el mes de agosto es cuando más festividades se celebran relacionadas con la virgen y cuando más espectáculos taurinos hay, todos ellos asociados a las festividades marianas que son sino las fiestas patrones de ese pueblo o ciudad. Recordar también que agosto es el mes por excelencia de celebraciones marianas, casi más que mayo, ya que en la antigüedad se celebraban festejos para agradecer a la Madre Tierra que alejara las tormentas que podían destruir las cosechas que, por otro lado, ella misma había favorecido con las lluvias primaverales. Aquí aparece otra de las connotaciones de las vírgenes o Madres Tierra: es dadora y a la vez destructora de vida.

A finales de la Edad Media, la representación de la luna a los pies de la virgen se irá generalizando hasta culminar con las grandes series de Inmaculadas del siglo XVII. Surgirá así, un nuevo tema de controversia sobre si la luna debía ser representada abierta hacia arriba o hacia abajo.

El mercedario Fr. Juan Interián de Ayala señalaba hacia 1732 cómo en la representación de la luna se cometía con frecuencia el error de representarla con las puntas de sus cuernos hacia arriba cuando debían estar apuntando en dirección contraria. El tratadista D. Luis Alcázar se posicionaba en la misma línea: “En la conjunción del sol, de la luna y de las estrellas, veo que yerran frecuentemente los pintores vulgares. Pues éstos suelen pintar la luna a los pies de la soberana Señora vueltas sus puntas hacia arriba. Pero los que son peritos en las ciencias matemáticas, saben con evidencia que si el sol y la luna están ambos juntos, y desde un lugar inferior, se mira la luna por un lado, las dos puntas de ellas parecen vueltas hacia abajo, de suerte que la mujer estuviese, no sobre el cóncavo de la luna, sino sobre la parte convexa de ella. Y así debía suceder para que la luna alumbrase a la Mujer que estaba arriba”.

En el dominio escultórico, la media luna en cuarto creciente se explica debido a las posibles dificultades materiales o técnicas que supondría la luna en cuarto menguante. El tipo creciente presentaba un mejor punto de apoyo para la imagen.

No podemos eludir las posibles connotaciones político-religiosas que algunos historiadores han dado a este atributo iconográfico. La media luna se asocia e identifica con el Islam. En la Batalla de Lepanto acaecida el 7 de octubre de 1571 los turcos dispusieron inicialmente su flota naval en forma de media luna mientras los cristianos lo hacían en forma de cruz. Después de la victoria de Lepanto, la cristiandad gustó interpretar el creciente de luna bajo los pies de la Virgen como un símbolo de la victoria de la cruz sobre la media luna turca. Así, se ha visto en la media luna bajo los pies de María un modo de resaltar el triunfo del cristianismo.

4 comentarios:

  1. Una de las controversias surgidas una vez aceptada la iconografía mariana con la luna a sus pies, es si la luna debe ser representada con los “cuernos” hacia arriba o hacia abajo. Volveremos sobre el tema más adelante.

    necesitaria conocer el por que de la diferencia de representacion

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  2. La luna es Lilid y ella es la que embaraza. Yo mujer no doy vida eso lo ase mi utero. Y Lilid permitio que la raza de Eba pueda embarazarse...y no de ella .por que si Dios yegara a tener con lilid naceria un mustro...y una ves mas un comentario de lo q simnifica la luna en los pies de la virgen. Y se q no entendierom. Misterio.. pero todo lo q comente es lo que es lo verdadero... la luna es Lilid y Ella permitio que la raza de Eba pueda tener hijo .y no ella por que si sale de ella saldria un hijo muuhostro.y de ay la raza de Eba demostra que ella es Dicna de la raza de Eba nacio un Santo... que tiene que ver con migo que soy Mujer y me considero yo la raza de Eba . Eso es la luna .. estendi no ..que misterio!!!!!!

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    1. Esto es lo que pasa cuando la gente se pone a especular en vez de ponerse a estudiar para por lo menos escribir correctamente y comunicar de manera clara y efectiva el mensaje que quiere, en vez de transmitir mala educación y duda del contenido del mensaje.

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    2. Misterio es si algún día sabrás escribir bien.

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