viernes, 30 de octubre de 2009

MIEDO, TENGO MIEDO

Unos meses atrás, en uno de esos debates proselitistas que en la actualidad inundan nuestra novísima y estercolera TDT, se hablaba de cuales habían sido las conclusiones más significativas a las que había llegado cada tertuliano en relación con el mayo francés del 68. Uno de ellos dijo que la conclusión a la que él había llegado era que a la juventud se le tenía miedo desde entonces. No viví aquel mayo, pero, a tenor de lo visto, sí creo que es una de las que más vigencia tiene actualmente.

Cuatro décadas han pasado desde entonces y, aunque los jóvenes de ahora no tienen ni zorra idea de aquel mayo del 68, parece que ese espíritu o, mejor, ese miedo que crearon en torno a ellos, sigue vigente y con más fuerza si cabe. No hay más que ver lo que acontece en el día a día.

Disturbios en barrios marginales de Francia hace unos años; protestas antiglobalización donde toque; enfrentamientos sistemáticos y programados contra la policía; botellódromos especiales, consentidos y pagados por los ayuntamientos de los municipios donde se celebran (algunos ayuntamientos pagan la música de los botellódromos); peleas multitudinarias en la calle como este verano en Palma; Pozuelos de Alarcones; macroconciertos en contra o a favor de algo que unos pocos aburríos se inventan con tal de armar gresca; celebraciones de conquistas de títulos por parte del equipo de turno con rotura de mobiliario urbano, asalto a negocios particulares con saqueo incluido y quema de coches particulares.

Éstas son algunas de las muchas actuaciones que han hecho que la sociedad les tenga miedo. Si a ellas añadimos la ley del menor, su peligrosidad y poder quedan más que fortalecidos en la misma medida que a los demás ciudadanos nos coartan nuestra libertad y seguridad y, por qué no, nuestro propio ocio.

Parecerá una estupidez que nuestro ocio pueda depender del miedo a la juventud pero cada vez hay más voces en contra de cómo los ayuntamientos programan los festejos de sus fiestas patronales. Los ciudadanos que tienen entre los 30 y los 55 años ven como cada año, los festejos en los pueden participar van disminuyendo en la misma medida que aumentan los programados para la juventud. Carpas para las peñas o pandillas en las afueras de la localidad, chiringuitos de los jóvenes sin horarios de apertura y cierre y sin control de decibélios, sustitución de festejos taurinos por grandes prixes en plazas de toros donde desfogarse y mostrar sus irresponsabilidades delante de sus coleguis, horarios de actuaciones a partir de las 2:00 de la madrugada (antes no están visibles), desfiles nocturnos, chocolatadas matutinas a una hora prudencial (que la pongan ellos).

A los equipos de gobierno de los ayuntamientos también les ha entrado miedo y hacen lo posible para entretenerlos. Tenerlos recogidos hagan lo que hagan, cueste lo que cueste. Que no protesten. Que no se enfaden cual niño caprichoso y consentido. Que no griten pero que den todo el ruido que quieran. Que no se molesten entre ellos, que estén contentos y graciosillos. Que beban lo que les apetezca a la edad que les apetezca. En definitiva: que no la armen. De esta forma, todos los años, las fiestas patronales son un verdadero éxito, ya que “no ha habido ningún incidente reseñable”, que diría el político de turno. Para conseguirlo, hay muchos ciudadanos que año tras año ven sus posibilidades de ocio mermadas en favor de otros ciudadanos que, por el mero hecho de tenerles miedo, ven aumentadas sus posibilidades de libertinaje y, de paso, reafirmar su poder y su impunidad dentro de la sociedad. A los demás, sólo les queda impotencia, rabia y pocas ganas de pagar impuestos sabiendo para lo que son cuando llega el momento.

sábado, 24 de octubre de 2009

HALLOWEEN IV

Evolución
El Samhain es la última y más importante fiesta celta. Tenía lugar el 1º de noviembre. Este día significaba el día de año nuevo (nochevieja=halloween) y, a la vez, indicaba que comenzaba una nueva etapa: el invierno.

Debido a que los romanos tuvieron dominio sobre los celtas por 400 años, sus festivales se fueron fusionando poco a poco. Cuando llegaron los romanos a las tierras celtas, éstos tenían ocupados los últimos días de octubre y primeros de noviembre con dos rituales o celebraciones; una de los muertos y otra las “Fiestas de la Pomona”, dedicada a la diosa de los árboles frutales y de las frutas (algo así como la vendimia o el final de la cosecha). Esto facilitó la fusión entre ambas fiestas, por lo que mezclaron frutas con malos espíritus para celebrar ese día. Las manzanas eran muy populares y pronto fueron parte de las celebraciones.

A finales del siglo segundo, los supuestos cristianos empezaron a honrar a los que habían sufrido martirio por su fe y, creyendo que ya estaban con Cristo en el cielo, les pedían en oración que intercedieran a su favor.

Durante el siglo IV, la iglesia de Siria consagraba un día a festejar a Todos los Santos.

Más tarde, el papa Bonifacio IV (615) transformó un templo romano dedicado a todos los dioses (panteón) en un templo cristiano dedicado a María y a Todos los Santos, a todos aquellos que nos habrían precedido en la fe. Se inició una conmemoración anual el 13 de mayo. Jean Markele, en su libro Halloween dice: Los santos de la religión triunfante pasaron a ocupar el lugar de los dioses romanos.

Al no poder desarraigar las creencias paganas del corazón de sus feligreses, la Iglesia de Roma decidió convertir la festividad al catolicismo y simplemente las ocultó tras una máscara “cristiana”, como pone de relieve The Encyclopedia of Religion al decir: La festividad cristiana, el día de Todos los Santos, conmemora a los santos conocidos y desconocidos de la religión cristiana, tal como la fiesta de Samhain reconocía y rendía homenaje a las deidades celtas. Ya de por sí traían un gran problema con el calendario, que les había sido insuficiente para darle un día a todos los santos. Así que dedicaron un solo día a todos los santos menores.

La tradición celta entró con mayor fuerza en el siglo VIII cuando se instituyó el 1 de noviembre como el Día de Todos los Santos, que en Inglaterra (donde existía el problema) se denominó (traduciendo literalmente) como "All Hallows' Day", y a la noche anterior se le llamó "All Hallows' Eve". Con las ya conocidas contracciones tan acostumbradas en el inglés, esto pasó a ser "All Hallows' Eve" y finalmente "Halloween".

La fiesta en honor de Todos los Santos se celebraba inicialmente el 13 de mayo. Fue el papa Gregorio III (741) quien consagró en Roma una capilla a todos los santos y la traspasó al 1 de noviembre, día de la “Dedicación de la Capilla de Todos los Santos”. Aunque no se sabe exactamente por qué lo hizo, tal vez se debió a que en Inglaterra ya se celebraba dicha festividad en esa fecha.

Markale señala la creciente influencia en toda Europa de los monjes irlandeses de la época. La New Catholic Encyclopedia añade: Los irlandeses solían destinar el primer día del mes a fiestas importantes, y como el 1 de noviembre era también el comienzo del invierno celta, sería una fecha apropiada para una festividad dedicada a todos los santos.

El papa Gregorio IV (840) ordenó que la fiesta de Todos los Santos se celebrara universalmente. Como fiesta mayor, tuvo su vigilia la noche anterior (31 de octubre, “All Hallows Even”).

San Odilón, abad de Cluny (998) añadió la fiesta del 2 de noviembre como una fiesta para orar por las almas de los fieles que habían fallecido, por lo que fue llamada fiesta de los “Fieles Difuntos”, festividad en la que se elevan plegarias para ayudar a las almas del purgatorio a alcanzar la gloria celestial. Si bien pretende ser una fiesta católica, es obvio que había cierta confusión en la mente de la gente. La New Catholic Encyclopedia dice que en la Edad Media existía la creencia popular de que las almas del purgatorio podían aparecerse ese día en la forma de fuegos fatuos, brujas, sapos, etc.

En la edad media, algunos bandoleros se disfrazaban para cometer fechorías; de ahí la costumbre de disfrazarse. Durante este mismo tiempo y en las celebraciones, los ciudadanos pobres mendigaban para pedir alimentos y las familias les daban pastelitos (pan con uvas pasas) a cambio de promesas de rezar por los parientes fallecidos de la familia. La iglesia alentó la distribución de los pastelitos como una forma de reemplazar a la antigua costumbre de dejarle a los muertos comida y vino.

En los siglos XVIII y XIX, cuando estas prácticas llegaron a EEUU, sustituyeron los nabos de los antiguos druidas (que eran muy pequeños) por calabazas, llamándolas Jack-O-Lantern en honor a la leyenda de un personaje llamado Jack, a quien le prohibieron la entrada en el cielo y en el infierno. Condenado a vagar por la tierra como un espectro, para alumbrarse en el camino por la noche lo hacía con una linterna, que era sino un rábano hueco con un carbón ardiente dentro, que le había dado el mismo demonio, buscando la manera de entrar en el cielo o en el infierno. Este talismán simbolizaba un ánima condenada.

La fiesta de la noche del 31 de octubre fue consecuencia de la celebración de ritos paganos por parte de la gente que se intentó cristianizar en el siglo IX y que no quisieron perder sus propios ritos paganos, entre ellos, la fiesta de Samhain. La iglesia les “ofreció” la noche del 31 de octubre para esa celebración, dejando el día 1 de noviembre para la Fiesta de Todos los Santos. La observancia pagana continuó el 31 de octubre y la fiesta “cristiana” el 1 de noviembre.

jueves, 22 de octubre de 2009

¿QUE ES MEJOR?

De la pagina http://desenchufados.soygik.com/


Lavarse las manos es, en estos tiempo de gripe A, muy importante. Y por supuesto secárselas correctamente no lo es menos. En principio, tenemos dos opciones, el papel y el ventilador de aire caliente.




Criterios ecológicos

Secamanos: El secamanos eléctrico produce emisiones de gases de efecto invernadero, acidificación y toxicidad para el medio, amenaza para la capa de ozono… Solo una excepción, su fabricación requiere pocos materiales.

Papel de manos: En aproximadamente cinco años (tiempo de vida de un secador eléctrico), provoca la emisión de 4,6 toneladas equivalentes de CO2, casi tres veces más que su competidor eléctrico y tanto como un coche con más de 30.000 km.


Electricidad
Secamanos: Es el factor que más contribuye a su huella ecológica. Por supuesto depende de como se obtiene la electricidad, si es energía nuclear o renovables… Sería por ejemplo recomendable desconectarlo cuando no se va a usar, aunque es complicado en determinados baños.

Papel de manos: No es necesario electricidad, únicamente un cubo de basura, el dispensador y papel.

Eficacia

Secamanos: Aproximadamente se tardan entre 30 y 47 segundos de media para secarse las manos un 90%.


Papel de manos: Únicamente son necesarios 10 segundos para secarse las manos.

Higiene

Secamanos: Remueve las bacterias y hongos que contiene el aire de la habitación y los proyecta sobre las manos. Según un estudio de la universidad de Westminster la contaminación de las palmas aumenta un 250% tras lavarse las manos y utilizar el ventilador.

Papel de manos: El papel logra reducir la cantidad de bacterias que quedan en las manos después del lavado. Según el Instituto Pasteur de Lille, concluye en su propio análisis que el papel de un solo uso, gracias a su acción mecánica “demuestra ser el mejor dispositivo de secado para favorecer la asepsia de las manos”. Argumento que da en el clavo en periodo de pandemia gripal.
Balance para unas manos secas

Parece que el secador de manos no sale del todo mal parado,.La parte positiva es que no consume tantos recursos, es más ecológico, pero aumenta la cantidad de bacterias en las manos. Entonces, ¿cuál es la solución? ¿Secarse las manos en los pantalones como algun chico de mi pueblo?

domingo, 18 de octubre de 2009

HALLOWEEN III

Origen celta

Halloween se remonta a hace más de 2500 años, cuando el año celta terminaba al final del verano, precisamente el 31 de octubre de nuestro calendario.

El haber escogido la fecha del 31 de octubre no es mera coincidencia. Los celtas utilizaban un calendario lunar y dividían el año en dos estaciones: los meses oscuros de invierno, desde Samhain a Beltayne, comenzando en el mes de Samonios (lunación octubre-noviembre), y los meses claros de verano, desde Beltayne a Samhain, comenzando en el mes de Giamonios (lunación abril-mayo). Se consideraba que el año comenzaba con la mitad oscura; así Samonios se convertía en el año nuevo celta. En la noche de luna llena más próxima al 1 de noviembre (luna más cercana entre el equinoccio de otoño y el solsticio de invierno) celebraban la fiesta de Samhain, término que significa “Final del Verano”.

Dicha festividad, que señalaba el comienzo del año nuevo celta, tenía lugar al final del verano, una vez recolectada la cosecha y cuando los rebaños y las manadas ya habían sido recogidos de los pastos y se encontraban en los cercados, lo que nos indica que era una comunidad pastoril. Los celtas creían que, como los días se hacían más cortos, era necesario reavivar al Sol con una serie de ritos y sacrificios. Como símbolo de la desaparición del año viejo, se apagaban todos los fuegos y, para inaugurar el año nuevo, se encendían hogueras sagradas de las que todos los miembros de la comunidad tomaban brasas para volver a prender la lumbre de sus hogares, acompañadas de cantos festivos y rituales adivinatorios para al nuevo año que comenzaba. Las hogueras encendidas durante la celebración debían extender su influencia benéfica al resto del año.

El 31 de octubre es la fecha de uno de los cuatro grandes aquelarres, los cuatro días de "medio trimestre" del calendario céltico. El primero de ellos, cuando las primeras flores empiezan a crecer, el 2 de febrero (Imbolc). Es el festival de la luz, de la luz de la sabiduría y el conocimiento, de la luz de la curación y de la luz del fuego. Festejaba a Brigit, diosa pagana del fuego, patrona de la orfebrería, de la poesía y de la sanación. Consagraban a esta diosa los animales supervivientes al paso del invierno, en especial a las hembras, puesto que era tiempo ya de engendrar para el futuro invierno. El segundo, un festival que se celebraba el 1 de mayo (la víspera del 1 de mayo es la noche de Walpurgis) llamado Beltayne; era el tiempo de la siembra. Esta fiesta se dedicaba a Belenos, el dios del fuego. En este día el fuego era usado para purificar con su humo a los animales y a todo el pueblo. Se encendían hogueras en lo alto de los cerros (para los celtas esto tenía mucha importancia: era muy fuerte la unión que se sentían con la naturaleza, y desde lo alto se puede observar toda la grandeza de nuestra madre Tierra), y se apagaban éstas al día siguiente. Este día los druidas realizaban ritos mágicos para estimular el crecimiento de los cultivos.

El tercero era un festival de las cosechas, Lugnasad, que se celebraba a primeros de agosto. Según la tradición celta, se celebraba durante el plenilunio intermedio entre el solsticio de verano (21 de junio) y el equinoccio de otoño (21 de septiembre). Lammas es el nombre cristiano que se utilizó en el medievo y significa "mucho pan", debido a que ese día se horneaban hogazas de pan con los primeros granos cosechados y se dejaban en los altares de los templos como ofrenda en honor del dios del sol, Lugh, el nombre irlandés del dios solar celta conocido como Lleu en Gales y como Lugos en Francia. Esta fiesta era la que más carácter agrario tenía, celebrándose una acción de gracias por la fertilidad de los animales y por la abundancia de las reservas alimenticias. Durante una semana el pueblo se reunía para celebrar todo tipo de fiestas, habilidades de lucha entre los más jóvenes, danza, lanzamiento de piedras y justas.

Estos tres primeros días de medio trimestre señalaban el paso de las estaciones, el tiempo de la siembra y el tiempo de la cosecha, así como el momento de la muerte y renacimiento de la tierra. El último de ellos, Samhain, 31 de octubre, señalaba la llegada del invierno. El ganado era llevado de los prados a los estables para pasar el invierno. En esa ocasión, los antiguos druidas efectuaban ritos en los cuales un caldero simbolizaba la abundancia de la diosa. Este último día se suponía que los espíritus podían salir del cementerio y apoderarse de los cuerpos de los vivos para resucitar. Para asustar a estos espíritus, los celtas “decoraban” sus casas de forma sucia y macabra, con huesos, calaveras y demás cosas desagradables de forma que los muertos pasaran de largo de sus casas.

Es precisamente esta celebración celta a Samhain el origen de esta fiesta, de clara raíz pagana y enmarcada dentro de la religión de los druidas de Inglaterra, Francia, Alemania y países celtas.

Los celtas creían en las fuerzas de la naturaleza. Se piensa que la noche del 31 de octubre era la noche en que el velo entre los espíritus de los muertos y los vivos era más delgado.

Los usos y costumbres de la sociedad celta fueron controlados por los druidas, sacerdotes paganos y maestros de los celtas. Ellos adoraban y servían a Samhain, dios de la muerte. Cada año, el 31 de octubre, los druidas celebraban la víspera del año nuevo céltico en honor de su dios Samhain (pronunciado sow-in) que en realidad representaba la fiesta de la eternidad en la que se abrían las puertas del más allá.

Parece ser que esta fiesta se celebraba muy posiblemente entre el 5 y el 7 de noviembre, a la mitad del equinoccio de verano (21 de septiembre) y el solsticio de invierno (21 de diciembre). Consistía en una serie de celebraciones que duraban una semana, finalizando con la fiesta de los muertos que daba inicio al año nuevo celta. En esta fiesta, los druidas, a modo de mediums, se comunicaban con sus antepasados esperando ser guiados en esta vida hacia la inmortalidad. Esta fiesta de los espíritus era una de sus fiestas principales pues celebraban lo que para los cristianos sería el "cielo y la tierra" (conceptos que llegaron solo con el cristianismo).

Los druidas creían que en esa noche en particular, los espíritus de los muertos regresaban a sus antiguos hogares para visitar a los vivos y, si los vivos no proveían comida a estos espíritus malignos, toda clase de cosas terribles podrían ocurrirles. Había que aplacarlos o "hacerles un regalo", pues de otro modo les harían diabluras a los vivos. Si los espíritus malignos no recibían un festín (treat), entonces ellos harían travesuras malas a los vivos (trick). Durante el festival de los druidas se ordenaba a los pobladores que encendieran una fogata en sus casas entre tanto que ellos encendían otra gigantesca en lo alto de las colinas. Estas hogueras servían para ahuyentar a los espíritus malos y aplacar a las potestades sobrenaturales que regían los procesos de la naturaleza.

Los druidas llevaban con ellos un nabo grande, el cuál habían ahuecado en el interior, con una cara tallada en el frente para representar el espíritu demoníaco del que recibían su poder y conocimiento, el mismo que se encargaba de ejecutar la maldición e iluminar el camino. Este espíritu se llamaba “espíritu familiar”. El nabo llevaba una vela encendida dentro; una especie de linterna para la noche. Ellos llamaban “Jock” al espíritu de la linterna.

lunes, 12 de octubre de 2009

NOTICIAS DEPORTIVAS

“Cristiano Ronaldo ha dicho pochocho”
“Cristiano Ronaldo no tiene ansiedad”
“Cristiano Ronaldo ya toca balón“
“Cristiano Ronaldo ha entrenado con sus compañeros“
“Cristiano Ronaldo corre en los entrenamientos”
“Cristiano Ronaldo ha manifestado que no pudo ser”
“Cristiano Ronaldo ha aprendido el español por ahí“
“Cristiano Ronaldo tienen un esguince de muñeca de amasar el calderillo“
“Cristiano Ronaldo está contento. Ríe, y eso sí que es una buena noticia“
“Cristiano Ronaldo se ha bajado de un coche eléctrico“
“Cristiano Ronaldo lleva la gorra de medio lao por una espantá”
“Cristiano Ronaldo se ha cambiado de pendientes por unos de aro. Ha manifestado que siempre le ha gustado la moda faralá sevillana”
“Cristiano Ronaldo está más delgado”
“Cristiano Ronaldo de compras con su madre”
“Cristiano Ronaldo no se ve a sí mismo como un sex symbol en Groenlandia”
“Cristiano Ronaldo es nombrado embajador por el Consejo de Ministros en Paraisos Fiscales”
“Cristiano Ronaldo es Cristino Ronaldo y no el del museo de cera”
“Cristiano Ronaldo ha estornudado. El club está preocupado por un posible contagio de la gripe A. Los doctores del club han recomendado realizar una resonancia magnética para descartar posibles complicaciones“
“Cristiano Ronaldo ha cagado caguetilla de mochuelo. Según el parte médico padece una microdiarrea vírica“
“Cristiano Ronaldo canta, pero no en la ducha. Eso ha manifestado su hermana en un alarde de sinceridad al ser preguntada por las aficiones de Cristiano Ronaldo“
“Cristiano Ronaldo ha pasado el fin de semana en París, en el hotel Hilton“
“Cristiano Ronaldo ha manifestado que no le importaría ser socio del Atlético de Madrid con tal de salir en la cuarta entrega de “Torrente: Papá, ¿Por qué los cristianos somos del Atleti“”
“Cristiano Ronaldo es la nueva imagen de una conocida marca de calzoncillos con bolsillos atrás”
“Cristiano Ronaldo no sabe lo que es el obismo y ha manifestado que está ansioso por aprenderlo si eso le ayuda a mejorar su juego”
“Cristiano Ronaldo ha sido propuesto por Tomás Roncero como Premio Príncipe de Asturias de los Deportes por su trayectoria en el Real Madrid”
Y para finalizar, fuera de tiempo y en formato más breve, decir que la selección española de baloncesto se ha proclamado campeona de Europa por primera vez en su historia.

HALLOWEEN II

Fiesta proveniente de la cultura céltica y que se celebra la noche del 31 de octubre, víspera del Día de Todos los Santos (1 de noviembre), en países anglosajones: EEUU, Irlanda, Canadá y Reino Unido. Proviene de la derivación inglesa “All Hallow’s Eve” o Víspera de Todos los Santos.

Parece ser que la fiesta llegó a EEUU por medio de inmigrantes irlandeses en el siglo XIX, más o menos hacia el año 1.846. La fuerza expansiva de la cultura de EEUU ha hecho que Halloween se haya popularizado también en otros países. El día de Halloween, en tiempos modernos, se considera una fiesta estadounidense. La celebración del día de Halloween ha sido integrada en otras culturas no anglosajonas, casi desplazando los ancestrales ritos del Día de Muertos.

Esa noche, los niños se disfrazan para la ocasión y piden dulces de puerta en puerta. Pronuncian “truco o trato” o “dulce o trato”, proveniente de la expresión inglesa “trick or treat”. Si los adultos les dan dulces o dinero, es señal que han aceptado el trato; si por el contrario se niegan a darles algo, le gastarán una pequeña broma tirándoles huevos o espuma de afeitar contra la puerta. El recorrido infantil en busca de golosinas probablemente enlace con la tradición neerlandesa de la Fiesta de San Martín.

Es una tradición europea que se le atribuye a los celtas, quienes poblaban la antigua Inglaterra, Irlanda y el norte de Francia. Estos pueblos celebraban en el último día de octubre el fin de año con el festival de Samhain, a quien consideraban como "el señor de la muerte". Esta fiesta era, por lo tanto, el verdadero día de Año Nuevo.

En realidad, la fiesta de Samhain era la noche de Samhain ya que los celtas contaban el día a partir de la puesta de sol, por lo que la auténtica fiesta comenzaba en la noche del 31 de octubre, para terminar al anochecer del 1 de noviembre.

Simbólicamente, la fiesta de Samhain era la eternidad: el tiempo queda abolido y el mundo de los dioses, de los héroes y de los difuntos celtas se abre al mundo de los vivos. Los celtas creían que el Samhain permitía a las almas de los muertos regresar a sus casas esa noche.

Se dice que la noche de Halloween, la puerta que separaba el mundo de los vivos del Más Allá se abría y los espíritus de los difuntos hacían una procesión en los pueblos que vivían. Esa noche, los espíritus visitaban las casas de sus familiares y, para que no la perturbasen, los aldeanos debían poner una vela en la ventana de su casa por cada difunto que hubiese en la familia. Si había una vela por cada difunto en esa casa, los espíritus no molestaban a sus familiares; si esto no ocurría, los espíritus les hacían pasar terribles pesadillas a sus familiares.

El cristianismo recuperó íntegramente esta fiesta convirtiéndola en la de Todos los Santos, exaltación de la Comunión de los Santos, es decir, de la comunidad perfecta entre los vivos y los muertos. El día de Todos los Santos se define en The Catholic Encyclopedia como una fiesta para honrar a todos los santos, conocidos y desconocidos.

Este tiempo es considerado idóneo para complacer y reconciliar a los poderes sobrenaturales que creían que dominaban la naturaleza, y se pensaba que no existía mejor época en todo el año para practicar la adivinación y hechicería. Era el momento de los vaticinios. Era la puerta entre la vida y la muerte, de lo sobrenatural, más en consonancia al inminente frío y oscuro invierno que con el verano. Era la celebración lógica para un pueblo guerrero.

martes, 6 de octubre de 2009

HALLOWEEN I

A modo de introducción:


Se acerca la noche del 31 de octubre, noche que, hasta hace unos cuantos años no me decía ni fu ni fa; tan sólo tenía la ilusión de ver a mi padre con sus amigos hacer nuégados, esos dulces a base de miel, casaillos y frutos secos que se ponían encima de una baldosa o algo parecido, para que cuando se pusieran duros pudieran despegarse con facilidad. Ése era el único festejo de esa noche.

Cuando era pequeño, me contaba un tío mío que esa noche salían los muertos por los tejados con un candil colgando en el ombligo buscando los dientes que habían perdido en vida, y yo, acordándome del refrán de “el día de los finaos, trompos y cuerdas a los tejaos”, creía que buscaban los trompos y sus cuerdas que se supone habíamos tirado a los tejados para pasar, a partir de ese día, a jugar a las bolas, triángulo y guá, siguiendo un rutinario y anual ritual de que a cada época le correspondía un determinado juego.

Hoy día han desaparecido casi totalmente esos juegos y con ellos, una parte de nuestra niñez. Pero dicha pérdida no afecta sólo a nuestras generaciones, sino que las generaciones actuales y venideras no podrán disfrutar de ese rito anual del juego, ni tampoco de las tradiciones que ello conlleva, quedando todo ello en el olvido.

Los tecnócratas actuales, intentado solventar este vacío y en vista de la imposibilidad de recuperar lo olvidado, tratan de introducir nuevas tradiciones, sean las que sean y del modo que sean.

Una de esas tradiciones es Halloween que, amparándose en la obsesiva y desmesurada moda del inglés, la están inculcando entre nuestros niños (que no jóvenes) desde los colegios, como una tradición más de nuestra sociedad. Actualmente se ha convertido en una noche más de libertinaje carnavalesco, no llegando a respetar ni siquiera las formas anglosajonas originales.

No estaría demás que, aprovechando toda esta paranoia que hay acerca de enseñar (que no inculcar) las antiguas tradiciones a nuestros jóvenes, se les inculque un espíritu crítico para que puedan discernir entre lo autóctono y lo foráneo y tratar de recuperar, al menos en parte, esa memoria histórica (ahora sí: la de todos nosotros, no la de unos cuantos), que sí que podría perderse por mucho que lo quiera impedir algún juez o gobierno parcial.
La foto ha sido tomada de la página del mismo nombre.

sábado, 3 de octubre de 2009

LA MALA EDUCACIÓN

Mucho se habla de las campañas que hace la DGT para evitar accidentes en carretera, pero nada se dice de los accidentes en población. No de los que se producen, sino de los que se podrían producir debido a las escandalosas infracciones de tráfico que hacen determinadas personas con el beneplácito de las fuerzas y cuerpos de seguridad. Son personas que no tienen ninguna educación, que no tienen aprecio a la vida ni a la vida de los demás. No son gente, son gentuza. Aparcan donde les sale del pito, en cualquier esquina, en cualquier calle de doble sentido o sentido único, en avenidas. Aparcan en doble fila para tomarse una caña o comprar tabaco, para sacar una película de un videoclub, para comprar un bote de cerveza en una tienda de chinos, para rebuznar con sus amigotes. Impiden la circulación de camiones, camionetas, ambulancias, autobuses urbanos, de personas por las aceras, de carritos de bebés, de personas minusválidas. Van a toda hostia por las calles, sin respetar los pasos de cebra (bienaventurados los que crean en los pasos de cebra porque ellos verán a Dios). Son auténticos terroristas callejeros, bombas rodantes, francotiradores sin cojones para dar la cara y responder de sus actos.

Sí que es verdad que lo hacen porque pueden, porque se lo permiten quienes debían impedirlo, que, dicho sea de paso, tienen tanta culpa o más que la propia gentuza infractora.

Pero hay algo aún más fuerte que las autoridades que les tendría que impedir actuar así. Me refiero a la educación. No a la educación vial que algunas asociaciones se empeñan en querer introducir en el currículo escolar con el perjuicio de las demás asignaturas fundamentales, sino a la educación a secas, a la que deberían haber mamado de la teta materna en vez de mamar cucharaditas de anís para los gases. La educación no se puede enseñar en ninguna otra parte que no sea en la propia familia. Esta educación debería servir para poder acceder a los servicios que la vida y la sociedad nos permite tener, entre los que se encuentra el carnet de conducir. Quien no la tuviera, no tendría lo que añora o lo que le corresponde.

La DGT debería enfocar sus campañas en la educación. Cuando examine del carnet de conducir a los futuros conductores, debería de hacer una prueba de educación y quien no la pasara no obtendría el carnet. Quizás evitaríamos accidentes o riesgos importantes de accidentes.

La pega está en quién examinaría de educación a secas. ¿La tendrían los examinadores? ¿Qué se considera educación y qué no en esas pruebas? ¿Quién prepararía esos exámenes? En definitiva: ¿Qué entenderían ellos por educación?.

Asunto peliagudo y complejo que no tiene fácil solución, por no decir ninguna. Mientras tanto, miremos al cielo pidiendo que algún cafre de éstos no se cruce en nuestro camino, nunca mejor dicho.