viernes, 28 de septiembre de 2012

DESCUBREN LOS PRINCIPIOS QUE CREAN CONEXIONES ENTRE LAS NEURONAS


 http://www.abc.es/20120917/ciencia/abci-principios-conexiones-neuronas-201209172201.html



Un grupo de científicos de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL) ha conseguido dar un paso adelante hacia la comprensión de cómo funciona el cerebro, gracias a la identificación de los «principios clave» que determinan las conexiones que se producen entre las neuronas. «Lo que creemos es que cada neurona crece independiente de las demás y que, cuando todas han crecido, simplemente se producen colisiones accidentales entre ellas y se forman las sinapsis (la conexión entre dos neuronas)», explicó el director del proyecto Blue Brain, Henry Markram.

El equipo de Markram llegó a esta conclusión después de recrear en un ordenador un microcircuito neuronal compuesto por 10.000 células de este tipo (el cerebro humano se compone de unos 100.000 millones) y observar que las conexiones que predecía el modelo eran muy similares a las que se comprobaron en un circuito cerebral equivalente procedente de un mamífero real. 

Según el director del proyecto, «la explicación de cómo conectar las neuronas era uno de los grandes retos. Sabemos cómo se tocan unas neuronas con otras y cómo forman las sinapsis, pero no sabíamos la regla general que siguen millones de neuronas». «Podría pensarse que una neurona, a través de químicos, es atraída y repelida hasta que encuentra a otra neurona y establece una conexión con ella, pero es mucho más simple», aseguró Markram, aludiendo así a la hipótesis de la quimioafinidad, que establece que estas células siguen unas señales químicas que les indican con qué otras conectarse.

«El mapa era muy parecido»

Para llevar a cabo su investigación, el grupo de la EPFL tomó «muchas» neuronas de tejidos cerebrales y las dibujó en ordenador en tres dimensiones, al tiempo que estudió pares de células conectadas por sinapsis y estableció exactamente dónde se forman estos enlaces. Una vez dibujadas las células en el ordenador, con ayuda de un algoritmo los científicos determinaron todos aquellos puntos en los que las ramificaciones de las neuronas se unían para formar sinapsis.
 
«Se tomaron todos los puntos en los que conectaban las neuronas y trazamos un circuito cortical, lo comparamos con los mapas que hemos visto en experimentos reales y descubrimos que el mapa era muy parecido», aseguró, para concretar que entre la previsión y el mapa real había «algunas excepciones». Apuntó que ahora están en condiciones de «aplicar esas excepciones» y predecir las posiciones que ocuparían las sinapsis en el cerebro.

El principio descubierto por este equipo de investigadores de la ciudad suiza de Lausana permite a la conexión entre neuronas ser «muy robusta», ya que la supresión de un gran número de ellas o la alteración en orientación no cambia la posición de la sinapsis, altiempo que concluye que la situación de las sinapsis en cerebros de la misma especie «tiene más similitudes que diferencias».

miércoles, 5 de septiembre de 2012

LA EUROPA ROMÁNICA



             Sí, ya lo sé. Vale. Sé que llevamos algunos capítulos sobre este viaje por el románico y todavía no lo hemos olido, ni hemos hablado de él. Es cierto, pero todo lo explicado en los capítulos anteriores era necesario hacerlo para que tuviéramos una idea muy clara sobre cómo era aquella época socialmente, y todo lo que pasaba en España durante aquellos años, de manera que nos sea más fácil entender todo lo que rodea y envuelve al arte Románico.

             Hemos hablado de lo que ocurría en España durante la época románica, pero, ¿qué estaba pasando en Europa?, porque, no debemos olvidar, que el arte románico llegó a España procedente de Europa, por lo que se hace necesario echar una miradita al viejo continente y ver que se “cocía” por aquellas tierras.

             “El curita se marca otro rollo histórico patatero, nos vuelve a dormir y se volverá a quejar. ¡Pues vaya! ¡Ahora que parecía que íbamos a ver algo de lanchas.” Este puede ser el pensamiento casi único de todos vosotros, pero, repito, se hace necesaria una nueva explicación para saber cómo estaba Europa.

             Desde la caída del Imperio Romano de occidente hasta el siglo X, Europa se sumergen en una de las épocas más oscuras de su historia. El ordenamiento social y político romano, junto al arte, la cultura y la ciencia se ven gravemente dañados.

             Los desplazamientos masivos de pobladores, las grandes invasiones y guerras contra vikingos, normandos, húngaros y árabes, sumen a Europa, salvo en determinados momentos y lugares concretos, en una situación de precariedad social.

         Las plagas, la pobreza, el hambre y las guerras de la época parecen anunciar el fin del mundo, justificando el terror milenario que el hombre medieval siente durante las últimas décadas del siglo X. El hombre de este siglo, a este clima de intranquilidad, le da una formulación religiosa basada en la oscura profecía del Apocalipsis, como ya vimos en un capítulo anterior.

         Tras el cambio de milenio, y viendo que de fin del mundo nada de nada, renace el optimismo. Se origina un movimiento de acción de gracias y de piedad en la población de este siglo que se manifiesta en el arte, en el arte Románico.

No sólo la vida continúa, sino que muestra una cara más amable al mejorar las técnicas productivas agrícolas, como los enganches a las bestias de tiro. También se inventa la herradura, el arado con ruedas y vertederas, y se comienza a usar la fuerza hidráulica para mover los molinos. Estos avances influyen en un importante aumento de la demografía. Las aldeas, villas y ciudades, de escasa población urbana, mantenían realidades similares en torno a su función campesina.

             Acabado el siglo X se produce una verdadera comunicación de caminos como consecuencia del movimiento general originado por el acercamiento de los distintos monarcas europeos, las comunicaciones entre los numerosos monasterios surgidos, las primeras cruzadas, la adoración de reliquias, los caminos de peregrinación, etc. Todo ello promoverá un aumento del comercio en Europa.

             En el terreno militar, los grandes desplazamientos invasores se aquietan al convertirse al cristianismo pueblos belicosos por naturaleza, mientras en España, la amenaza musulmana es frenada. Sancho III el Mayor de Navarra comienza a sentir la Reconquista como ideal espiritual y no como incremento de territorios.

             Otras fechas escuetas y puntuales para enumerar la cronología de hechos fundamentales del siglo XI, de plenitud románica, podrían ser: la fundación de Cluny –poderosa orden religiosa que instrumenta y da forma a la cruzada espiritual contra el islam- en el año 910, su desgarramiento y separación posterior y formación de la orden cisterciense en el 1098, la invasión de Inglaterra por Guillermo el Conquistador y la batalla de Hastings en 1066, la toma de Jerusalén por los cruzados en 1099.

         La siguiente ilustración pertenece al Tapiz de Bayeux, donde se relata la conquista de Inglaterra por Guillermo el Consquistador.


             Europa, y con ella todo Occidente, salía de la oscuridad histórica del siglo X y del milenarismo. El único foco cultural digno de mención en aquellos años estaba en España, el Califato de Córdoba, que, como ya hemos dicho en el capítulo de la España Románica, a medida que pasaba el tiempo se dedicaban a guerrear entre ellos, produciendo un retraso en la onda expansiva de su religión, el islamismo. Muchos autores hoy día se preguntan qué hubiera pasado si el Califato de Córdoba hubiera prolongado su vida con la misma intensidad de los primeros años de conquista en territorio español.

             Es en las inmediaciones del año 1000 donde se fabrica, se idea y se consolida la unidad intelectual europea que con tanto ahínco había buscado Carlomagno, y que le había llevado a fundar el Imperio Sacro Germánico-Romano. El empuje decisivo para el resurgir del viejo continente lo constituye la unificación y exaltación espiritual de Europa bajo la bandera de la fe y el ideal de un imperio cristiano. La intensidad religiosa de la época permite unir, en lo moral, estados y territorios que en lo político y geográfico se encuentran muy alejados. Una persona que atravesase la Europa medieval en tiempos del románico habría de encontrar menos diferencias que las que presentan las modernas naciones de hoy en el continente. En esas naciones europeas, teniendo presente que hablaban lenguas distintas, utilizaban el latín como lengua de información y transmisión de conocimientos. Ello permitía, por ejemplo, que la función monástica que realizaban los monjes era la misma en todas las partes, pudiendo intercambiarse los monjes de distintas nacionalidades sin que ello supusiera un problema o contratiempo, ni para ellos mismos ni para la comunidad en la que vivían. Recordad que el actual patrono de Europa es San Benito, el fundador de los benedictinos que poblaron Europa unificando criterios con su Regla.

         Veamos cómo estaba dividida Europa alrededor del año 1.000.


       Los monasterios, que en la Alta Edad Media tienen una influencia muy localizada, comienzan a desarrollarse por todas partes, impulsados, sobre todo, por la poderosa Orden de Cluny, fundada a principios del siglo X en Borgoña, y perteneciente a la orden de los benedictinos. Su regla termina imponiéndose en casi todas las abadías que considera suyas diseminadas por todo occidente. Las demás órdenes monacales existentes se reforman, debido a la secularización de la vida monástica.

Los monasterios, debido a su importancia y al hecho de que en muchos de ellos se guardan reliquias de santos, se convierten en centro de peregrinación de creyentes. Estas peregrinaciones son muchas veces fomentadas por los monjes, debido a las ventajas económicas que estas afluencias masivas de gente aportaban a los monasterios.

         Las peregrinaciones a Roma, Jerusalén y, principalmente, a Santiago de Compostela, y el movimiento religioso de las cruzadas, impulsan el intercambio de conocimientos, culturas y formas de vida entre europeos, y entre éstos y el Islam. En torno a las rutas de los peregrinos y en sus puntos estratégicos se levantaron los principales templos y monasterios románicos.

         Los monjes representaban esa clase social de oratores que combinaban la acumulación de grandes excedentes de tierras, extensiones, bienes inmuebles y dinero, con la importancia de sus intervenciones políticas, muchas de ellas determinantes en la historia de la Edad Media y del Arte Románico; porque éste es impensable que surgiera de los paupérrimos laboratores (¡pobrecicos ellos!), aunque sí de la confluencia de la división tripartita de los estratos sociales.

             La Paz de Dios traerá como consecuencia el nacimiento de las estructuras sociales. Esta situación pacífica, de menor riesgo, va a ser un factor importante en la formación de la burguesía, en el desarrollo del comercio y el progreso de las nacientes ciudades.

             Europa, a finales del siglo X, logra un cierto equilibrio y tranquilidad. El Papa se convierte en el poder más universal, coronando en Roma a los Emperadores. Los musulmanes no logran ampliar su dominio en España. El espíritu monástico tiene una línea de organización y poder en Cluny. Un aliento general surge de construir iglesias en un occidente cristiano que más que nunca halla su ligazón en la misma fe, acondicionándola arquitectónicamente para que fuese difícil destruirlas por un incendio, extendiéndose por toda Europa el principio de abovedamiento.

         El mundo cristiano alcanza un alto grado de ilusión y vitalismo.







martes, 4 de septiembre de 2012

LA ESPAÑA ROMÁNICA (y II)

        ¡Hermosos!... ¡Hermosas!... ¡Hermosillos y hermosillas!... ¡Ya estoy de vuelta! ¿A que se os ha hecho muy larga la espera? ¿A qué sí? Eso significa que estáis entusiasmados con el tema. Lo mismo me pasa a mí.

         Si recordáis, en el capítulo anterior dije que Toledo era la capital del reino visigodo antes de la llegada de los musulmanes, luego era una ciudad importantísima para los reinos cristianos, y su recuperación para la cristiandad era una tarea prioritaria; los reyes cristianos se sienten herederos de ese reino visigodo. Pues bien, Alfonso VI en el año 1085 conquista Toledo, lo que produce una gran euforia entre los cristianos del norte (los que habitaban al norte del río Duero) y una renovada mentalidad victoriosa, muy necesaria después de todos los desmanes cometidos por Almanzor. Esta victoria hace que la idea de la Reconquista vuelva a desarrollarse lentamente y definitivamente, pues la moral cristiana estaba un tanto baja después de tanto tiempo siendo almazoneados.

         Los siglos XI y XII son clave para nuestra historia, tanto social como la del románico. Finaliza la época oscura del milenarismo y el almanzorismo, y comienza la recuperación económica, hay un aumento demográfico, renacimiento de ciudades y vida urbana, aparecen comerciantes y trabajos mercantiles que se abren paso entre el sólo y único trabajo conocido hasta entonces, el agrícola, y aparecen los fueros y derechos individuales que poco a poco tienden a terminar con la servidumbre. Es una situación muy semejante a la que está viviendo Europa por aquellos años.

         Como veis, ya por entonces éramos europeos, aunque con menos problemas de los que tenemos ahora.

         El siguiente mapa muestra cómo iba la Reconquista a comienzos del siglo XII.



        La dinámica de guerra y paz medieval en España entre reinos cristianos y los distintos regímenes políticos de Al-Ándalus tiene como consecuencia otro hecho peculiar de la edad media española: el trasiego de gentes que colonizan y repueblan amplias extensiones del territorio a medida que las fronteras descienden hacia el sur.

         Mientras tanto, ahora son los musulmanes los que combaten entre sí por ver quién era el que debía ostentar el poder para dominar el Califato (¡lo que os decía antes!), además de ver que los cristianos, cargados de moral, iban ganando batalla tras batalla y territorio tras territorio. Ello dio lugar a los llamados Reinos de Taifas, que no eran sino pequeños territorios en poder de los musulmanes que sus jefes se habían autoproclamado reyes, independientes del Califato de Córdoba. Estos Reinos de Taifas tenían una división administrativa, política y militar, combatían entre sí a veces con el apoyo de los reinos cristianos, lo cual no era raro en aquellos tiempos, ya que cuando los cristianos combatían también entre sí, eran ayudados por los ejércitos de estos Reinos de Taifas como veremos más adelante.

             Al norte de Toledo, la población está muy tranquila, incluso en Magerit o Mayrit, la actual Madrid. A medida que van transcurriendo los tiempos, la estabilidad territorial es más persistente. Se opera más activo, y hay un resurgir en las letras, las ciencias y, por supuesto, el arte. La población aumenta, crece el comercio, se establecen relaciones más allá de los Pirineos creando una ruta que, con el tiempo se convirtió en ruta de peregrinación y acabó siendo también ruta de comercio y cultura: el Camino de Santiago.

             El Camino de Santiago permitía a España participar de las corrientes culturales, artísticas, religiosas e incluso comerciales y económicas europeas, especialmente durante los siglos XI al XIII, en la plenitud del Románico.

             Pasa el tiempo y el rey de Castilla es Alfonso VIII,  el frente de guerra está en la meseta sur, ¿sabéis por donde, aproximadamente? Por Carrión, sí, Carrión de Calatrava, en donde están los carrioneros, en su castillo de Calatrava la Vieja, construido por los musulmanes y que, después de la conquista de Toledo, había pasado a manos cristianas. Mirad esta foto y reconoceréis el castillo de Calatrava la Vieja.

               La lucha contra los musulmanes seguía poco a poco, paso a paso, pero no siempre se daban para delante.

             En el año 1095, los musulmanes derrotan a Alfonso VIII en Alarcos, cerca de Ciudad Real, en el cerro donde celebra su romería el lunes siguiente de Pentecostés, ¿lo recordáis? Con la derrota de Alarcos, también se pierde el castillo de Calatrava la Vieja, que ahora lo tenían los monjes-soldados de la Orden de Calatrava, y este castillo nuevamente pasa a manos de los musulmanes. Los cristianos se tienen que replegar y refugiar nuevamente en Toledo.

             Esta derrota hace que la Reconquista se paralice durante unos años; los musulmanes parece que tienen la situación controlada, incluso que pueden nuevamente volver a conquistar territorios como en los viejos tiempos. Pero, nanai. Los cristianos se han reforzado mucho y bien, y en el año 1212 (¡qué fácil de recordar el año, ¿verdad?) los musulmanes son derrotados definitivamente en la batalla de las Navas de Tolosa (Jaén), esta vez sin posibilidad de recuperación (este año se cumplen 800 años de aquella batalla; el octavo centenario). Deciros que en esta batalla, en el bando cristiano, participaron no sólo guerreros cristianos, sino que también participaron guerreros musulmanes que les ayudaron desde los Reinos de Taifas, además de guerreros venidos de muchos puntos de Europa para ayudar a vencer a los musulmanes, que, por ser de una religión diferente a la cristiana, los consideraban verdaderos enemigos.

         A partir de aquí, la Reconquista no para de avanzar, hasta llegar al año 1492 que dijimos antes, año en que definitivamente se rinde Granada a los Reyes Católicos, y todo el territorio español pasa a manos de la cristiandad.

         Pero no creáis, si en el campo de batalla cristianos y musulmanes peleaban a muerte, la rivalidad entre ambas religiones y culturas no era tan cruel en las relaciones diarias. Ambos se respetaban el modo de vida en sus conquistas. Los cristianos lucían ricas telas provenientes del Islam, incluso lucían invocaciones a Alá. Diversos personajes importantes de las cortes andalusíes se casaron con mujeres cristianas y no precisamente para tenerlas como esclavas. Uno de ellos fue el temible y terrible Almanzor, que se casó con la hija del rey de Pamplona Sancho Garcés, aunque ésta se convirtió al Islam con el nombre de Abda. De ese matrimonio nació un hijo, Abderramán, que lo apodaron “Sanchuelo” por su procedencia navarra.

         Durante todos estos años hasta la batalla de las Navas de Tolosa, hubo diversos reyes que contribuyeron de una manera decisiva tanto en la Reconquista como en la incorporación del arte románico en nuestro territorio. Uno de esos reyes fue Sancho III el Mayor (1004-1035) de Navarra, que hizo avanzar de una manera importante los territorios por el noreste de Aragón. Su hijo Fernando I (1035-1065) hereda Castilla e incorpora León, a la vez que es el verdadero introductor del arte Románico en Castilla y León. El hermano de Sancho III de Navarra, Ramiro I (1035-1063), hereda Aragón, y el último hijo de Sancho III, García Sánchez III (1035-1054) recibe el reino de Navarra, la Rioja, el oeste de Castilla y el País Vasco.

         El gran monarca del arte Románico es Alfonso VI (1072-1109), hijo de Fernando I, ya que, durante su tiempo, tendría lugar la entrada definitiva de este arte europeo en los reinos cristianos. También será el gran monarca territorial del siglo XI y comienzos del XII, ya que su dominio se extenderá por casi media España física y la mayor parte de la cristiana.

         La batalla de las Navas de Tolosa (¿recordáis la fecha? ¡con lo fácil que es!) se produce en la segunda década del siglo XIII, ya con el Románico dando sus últimos coletazos. Por tanto, lo que ocurra en España a partir de estos años sería historia para contar con el arte gótico, posterior al Románico.