martes, 20 de octubre de 2020

ICONOGRAFÍA DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD (y VI)

 


Epílogo

     Hasta aquí lo poco que puedo desarrollar acerca de la Santísima Trinidad. Como gran profano en teología, y mucho más en un tema dogmático como éste, mis parcos conocimientos acerca del dogma trinitario no me permiten ahondar mucho más en él.

     El atrevimiento a realizar este trabajo surgió con el fin de intentar inculcar a cuanta más gente mejor, y en especial a todo residente y no residente de Torralba de Calatrava, el valor que su parroquia tiene y el profundo significado de su patrona. Considero, aunque estoy realmente convencido, que la Santísima Trinidad en Torralba de Calatrava es la gran desconocida, en parte por lo profundo de su dogma, y por otra parte (esta vez parte mucho más grande) por estar “devaluada” (¡entiéndase!) por la imagen, devoción y … hacia el Cristo del Consuelo.

     Quizás lo uno sea más “fácil” que lo otro; quizás lo uno tenga un mayor reconocimiento en un menor espacio de tiempo (reconocimiento material, por supuesto); quizás lo uno “enganche” más que lo otro; quizás lo uno invite más al folclore popular que lo otro; quizás lo uno sea más asequible y asimilable para el ser humano que lo otro; quizás lo uno sea más llevadero interiormente que lo otro; quizás lo uno sea más modelable internamente para la religiosidad actual del ser humano que lo otro. Quizás todo ello.

     De ahí surge esa necesidad a la que aludía antes. Si somos capaces de volcarnos con una cosa, lo mismo podríamos hacer con la otra, sino con tanto ahínco, sí con algo más de decisión y convencimiento. Ambas acciones son compatibles y complementan una parte interior del ser humano. El conocer solo una parte de un todo, sobre todo la parte que nos interesa, no hace sino desenfocar la mirada y confundir el entendimiento.

     No creo (también de esto estoy convencido) haber conseguido que os haya picado la curiosidad acerca de la Santísima Trinidad, pero al menos se ha intentado, como tampoco creo (convencimiento total) que nadie haya llegado hasta aquí leyendo este mini trabajo.

     La necesidad se ha apaciguado mucho, pero los horizontes siguen estando nublados. Poco más se puede hacer, al menos yo.


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