El ministro de Educación quiere sacar adelante un pacto educativo que, independientemente que tenga el apoyo mayoritario del partido de la oposición, es un refrito de la dañina Logse. De aquella ley se ha heredado gran parte de todos los males que actualmente padece la educación: esfuerzo por parte del alumno, pérdida de autoridad del profesorado frente a alumnos y familias, ensalzamiento del analfabetismo, principio del todo vale, nulo espíritu crítico. La nueva ley de educación tratará de eliminar de la sociedad toda esa parte dañina, pero quedará el poso, un poso que, bien asentado en el fondo de la sociedad, seguirá coloreando y dando sabor al líquido virgen que en él se deposite y, lo conseguido de la mezcla, será lo que se ofrezca al exterior.
Muestras de lo conseguido con dicha mezcla lo podemos encontrar diariamente en los medios de comunicación, tanto escritos como audiovisuales. Las informaciones que éstos nos ofrecen, a menudo, van repletas de errores que, en algunos casos, roza la incultura de quién los comunica. Valga como muestra de estos errores el que nos ofrece A.C. en un diario gallego cuando afirma que “… expresaba su deseo de que Benedicto XVI pueda contemplar la obra del Maestro Mateo, considerada una de las joyas de la escultura barroca”. Otro no menos sobresaliente nos lo muestra R.L. en otro diario, éste castellanomanchego, cuando se refiere a un poema de “Germán Hesse”.
Estos errores no sólo muestran la incultura de quién los afirma, sino que son públicos y corren el peligro de ser leídos por personas aún más incultos que ellos y, con el tiempo, pueden llegar a convertirse en verdades irrefutables. Además, pone de manifiesto una vez más, el nivel cultural de personas que en su día estudiaron con la Logse, fueron pasando de curso por la edad y actualmente ocupan puestos relevantes en distintos sectores de nuestra sociedad. Personas con un gran poder de decisión y persuasión que en algunos casos suelen rozar el proselitismo, tal y como están estructuradas empresas y administraciones públicas y privadas. Si a todo ello sumamos los alumnos que tenemos en los centros educativos, sus motivaciones, sus fracasos escolares, sus esfuerzos …, el cóctel explosivo está servido.
Muestras de lo conseguido con dicha mezcla lo podemos encontrar diariamente en los medios de comunicación, tanto escritos como audiovisuales. Las informaciones que éstos nos ofrecen, a menudo, van repletas de errores que, en algunos casos, roza la incultura de quién los comunica. Valga como muestra de estos errores el que nos ofrece A.C. en un diario gallego cuando afirma que “… expresaba su deseo de que Benedicto XVI pueda contemplar la obra del Maestro Mateo, considerada una de las joyas de la escultura barroca”. Otro no menos sobresaliente nos lo muestra R.L. en otro diario, éste castellanomanchego, cuando se refiere a un poema de “Germán Hesse”.
Estos errores no sólo muestran la incultura de quién los afirma, sino que son públicos y corren el peligro de ser leídos por personas aún más incultos que ellos y, con el tiempo, pueden llegar a convertirse en verdades irrefutables. Además, pone de manifiesto una vez más, el nivel cultural de personas que en su día estudiaron con la Logse, fueron pasando de curso por la edad y actualmente ocupan puestos relevantes en distintos sectores de nuestra sociedad. Personas con un gran poder de decisión y persuasión que en algunos casos suelen rozar el proselitismo, tal y como están estructuradas empresas y administraciones públicas y privadas. Si a todo ello sumamos los alumnos que tenemos en los centros educativos, sus motivaciones, sus fracasos escolares, sus esfuerzos …, el cóctel explosivo está servido.
Y esto hablando de cultura, que si hablamos de deporte, y de fútbol más en concreto, el emburramiento y rebuznamiento puede alcanzar niveles de dogma.
Son muchos los pactos que se pueden llegar a conseguir con quien se consiga, pero la cultura y el analfabetismo que hay en la actualidad puede llegar a convertirse en un mal endémico que marcará nuestras vidas por muchas generaciones; es más, nuestras vidas en la actualidad ya dependen en muchas facetas de esas personas. A nosotros sólo nos queda agachar la cabeza y rezar por lo bajini lo que se suele decir en estos casos: ¡qué Dios nos pille confesados!
Son muchos los pactos que se pueden llegar a conseguir con quien se consiga, pero la cultura y el analfabetismo que hay en la actualidad puede llegar a convertirse en un mal endémico que marcará nuestras vidas por muchas generaciones; es más, nuestras vidas en la actualidad ya dependen en muchas facetas de esas personas. A nosotros sólo nos queda agachar la cabeza y rezar por lo bajini lo que se suele decir en estos casos: ¡qué Dios nos pille confesados!
No hay comentarios:
Publicar un comentario